viernes, 21 de enero de 2011

Actividad Paranormal


El espectro de cosas que abarca lo que se denomina paranormal o sobrenatural, es tan  amplio que casi todas las personas en el planeta tienen al menos una creencia de este tipo, no es necesario pertenecer a alguna religión o practica esotérica, pues incluso personas que dicen no creer en dios o en la magia, se declaran creyentes de otro tipo de eventos que según su forma de ver o pensar  no se rigen bajo las leyes naturales.

Algunas de las creencias sobrenaturales más populares son: adivinación, demonios, desdoblamiento, destino, duendes, dioses, espiritismo, fantasmas, Ovnis, posesiones, profecías,  reencarnación, suerte, telequinesis, telepatía, etc. El grueso de las personas que conozco cree en más de 5 de estas opciones y lo hacen sin saber exactamente porque, simplemente creen y por si fuera poco hablan del tema con una convicción que los hace totalmente herméticos a otras ideas más  acordes con lo que los seres humanos entendemos por realidad, además de que transmiten todas sus convicciones (casi con seguridad erróneas)  a otras personas, que en las palabras sabias de uno de los precursores de la ciencia moderna “ prefieren creer aquello que prefieren que sea cierto”.

En un mundo tan enlatado como en el que vivimos donde nacemos, nos educamos, trabajamos, nos reproducimos y morimos no es difícil comprender porque muchas personas crean una realidad alterna llena de fantasía y seres maravillosos que están en constante interacción con sus vidas, ya sea para bien o para mal. Afortunadamente en casi todas las épocas de las que tenemos conciencia, hemos contado con hombres y mujeres de carne y hueso (valga la aclaración) que han cambiado ideas facilistas y preconcebidas por un pensamiento critico de los fenómenos que no comprenden y gracias a ellos, hoy estamos convencidos de que las enfermedades no son causadas por demonios, que los truenos no son producto de algún dios, que  ni el sol ni la luna  tienen  personalidad y que tampoco debemos hacer sacrificios o reverencias ante  su presencia, que la medicina salva muchas mas vidas que los milagros o los chamanes, que ni  el ser humano  ni ninguna de las demás especies fueron creadas por ningún dios, pues han cambiado sustancialmente desde sus orígenes, que las auroras boreales no son producto de la batalla de seres celestiales, entre otras muchas ideas totalmente carentes de una revisión critica  y que han tenido que ceder ante argumentos basados en la razón y no en la contumacia popular.

Pero entonces ¿porque estas ideas paranormales  están tan arraigadas en nuestra especie? Bueno, gran parte de la respuesta a esta pregunta esta en nuestro cerebro, aquel órgano que controla todas nuestras funciones, sensaciones, pensamientos etc. y que todavía no comprendemos con exactitud. Estudios han demostrado que cuando utilizamos alguno de nuestros sentidos hay zonas en nuestro cerebro que están mas activas que otras, es decir que responden a estímulos externos que nos llegan a través de los mismos (sentidos), pero esto no termina ahí pues cuando los individuos están dormidos y se sueñan por ejemplo  con una locomotora, pueden escucharla sin que esta realmente exista y se activan exactamente las mismas zonas que con la experiencia real, ¿nunca se han soñado que vuelan y efectivamente pueden sentirlo?, o que ¿están a punto de caer a un precipicio y sus cuerpos reaccionan como si se estuvieran enfrentando a la situación real? pues bien, ¿que pasaría si de alguna manera nuestra mente dejara escapar este tipo de sensaciones mientras estamos totalmente despiertos? ¿Les suena a disparate? ¿Nunca sintieron el delicioso olor de una comida que evidentemente no estaba por ahí? o ¿Nunca creyeron escuchar que alguien los llamara  donde claramente no sucedió asi? Según el psicólogo cognitivo Bruce Hood,  una de las experiencias sobrenaturales que compartimos todos los seres humanos  es la de poder sentir las miradas y se debe según el, en gran medida a la  concepción que tiene la gente  de la acción de ver y es que  aunque hace mucho tiempo  sabemos que solo podemos ver cuando la luz hace contacto con nuestros ojos(pues en un cuarto totalmente oscuro no podríamos  ver nada), muchas personas siguen intuyendo que hay cierto tipo de energía que sale de sus ojos cuando ven algo, la cual es totalmente perceptible (jajajajajjajajja), bueno, este tipo de ideas sumadas al sesgo que tenemos de tomar por ciertas, teorías que se basan en los resultados que las confirman sin tener  en cuenta los que las niegan, nos llevan fácilmente a creer que tenemos ciertas facultades que están  mas allá de las leyes naturales.  Para ponerlo  mas claro tomemos el ejemplo de que podemos sentir las miradas, si de repente cuando tenemos esta sensación volteáramos nuestra cabeza en la dirección indicada y alguien efectivamente nos estuviera  observando, pues bingo tenemos el “don”, desafortunadamente no tenemos en cuenta todas  las veces  que tenemos la misma sensación y no nos estaba viendo nadie. Como llegamos a la conclusión “racional” de que  tenemos el “don” cuando tenemos esta experiencia  en un lugar donde estamos totalmente solos,  la respuesta mas lógica seria que nos observa alguien que esta ahí, pero nuestros  ojos no pueden  ver, e inmediatamente tenemos la certeza de que los fantasmas existen. Esto solo por hablar de un caso especifico.

Seria simplista de mi parte decir que todas las creencias  sobrenaturales se derivan de las situaciones planteadas en el párrafo anterior, a estas también se deben sumar la confianza ilógica  que tenemos de  que lo que se nos dice es cierto, la cultura, la falta de conocimientos y  a todo el peso que le damos a nuestros instintos, ¿porque no hacerlo? si durante miles de años salvó la vida de nuestros ancestros ante posibles depredadores así como también los ayudo a cazar sus presas.

Para concluir tengo que decirles que me encantaría contarles de muchos experimentos y teorías al respecto de este tema, pero eso haría supremamente larga esta publicación, si están interesados en el asunto pueden leer el libro del psicólogo que mencione con anterioridad Titulado Sobrenatural, El mundo y sus demonios, de Carl Sagan, El cerebro y el mito del  yo, de Rodolfo Llinas, las experiencias del mago James Randi, quien hace mucho tiempo ofrece un millón de dólares a quien sea capaz de comprobar alguno de estos eventos paranormales y en fin, hay mucho más, solo deben buscar. Finalmente con mucha tranquilidad y certeza puedo decir que hasta este momento en la historia de la humanidad no tenemos una sola  prueba concluyente   de  que  ninguno de estos fenómenos exista. Los dejo con una frase de Carl Sagan “las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias”.

miércoles, 5 de enero de 2011

La Muerte


Un criado oyó en la plaza del mercado que la muerte lo estaba buscando. Volvió a casa corriendo y dijo a su amo que debía huir a la vecina población de samarra para que la muerte no lo encontrara.
Esa noche, después de la cena, llamaron a la puerta. El amo abrió y vio a la muerte con su larga túnica y su capucha negras. La muerte pregunto por el criado.
Esta enfermo y en cama se apresuro a mentir el amo, esta tan enfermo que nadie debe molestarlo.
¡Que raro! Comento la muerte, seguramente se ha equivocado de sitio, pues hoy a media noche, tenia una cita  con el en samarra.

El fragmento anterior es la parte introductoria al segundo capitulo de la novela el ocho escrita por Katherin Neville. No se sabe con certeza quien lo escribió, algunos se lo atribuyen a un escritor  turco. Sea como sea el mismo hace referencia a la  incapacidad que tenemos como seres humanos de escapar a la muerte, Que desde un punto de vista científico es la perdida de la capacidad que tiene un cuerpo para regenerar sus células en un proceso conocido como homeostasis, todo esto siempre y cuando el deceso haya sido por causas naturales.

No importa la raza, la cultura, la religión o el nivel socioeconómico, absolutamente  todos los seres humanos que hemos alcanzado algún tipo de madurez cerebral nos hemos hecho algún tipo de planteamiento al respecto. Los antiguos griegos creían que cuando morían iban a un lugar similar al infierno al cual se accedía cruzando el rio Aqueronte (para otros la laguna Estigia) el cual debía ser atravesado con la ayuda de un barquero (Caronte) a quien se le pagaba con una moneda que los parientes del difunto depositaban bajo  su lengua. Ya estando en el Hades como algunos denominan a este inframundo en honor a su regente, el muerto debía pasar a una corte donde era juzgado por tres jueces (Minos, Radamantis, Eaco) los cuales dictaminaban la zona infernal correspondiente a cada espíritu, los que habían sido malvados eran condenados al tártaro, los que no habían sido ni buenos ni malos iban a los campos Asfódelos y quienes habían sido buenos iban a los campos Elíseos donde tenían la posibilidad de volver algún día a la tierra. 

Según la mitología egipcia la primera momia fue la del dios Osiris quien  después de haber sido asesinado y despedazado por su hermano Seth fue momificado por su hermana y esposa Isis para volverlo a la vida. Los egipcios le daban tanta o mas importancia a la muerte que a la vida, pues para ellos este estado era el que mas duraba y es por esta razón que enterraban a sus muertos momificados, ya que  necesitaban su cuerpo intacto para el momento en el que volvieran, sus tumbas eran dotadas de casi todas sus pertenecías además de un libro de hechizos conocido como el libro de los muertos, que les ayudaría a sortear todas las vicisitudes a las que se enfrentarían en el inframundo. Finalmente llegarían ante la corte de Osiris y demás divinidades que juzgaban las acciones del difunto pesando en un lado de una balanza su corazón que representaba la conciencia y al otro lado una pluma que representaba la justicia, si el resultado era satisfactorio se concedía la vida eterna, de lo contrario el alma era devorada por la diosa Ammit.

Las creencias mencionadas anteriormente son solo una pequeña porción del pastel y a pesar de que son varios los siglos que nos separan de las civilizaciones que las concibieron, no se puede hablar de una variación sustancial en cuanto a la idea que se tiene hoy de la muerte. Los cristianos creen que con la muerte se da la separación del cuerpo mortal y el alma inmortal, la cual se va a un lugar de reposo inalcanzable desde un plano físico donde esperara la segunda venida de Jesucristo. Si el difunto reconoció al hijo de su dios como su salvador gozara de la vida eterna, de lo contrario tendrá que ser juzgado en el denominado juicio final. Hay variaciones en esta creencia dependiendo de si se es testigo de Jehová, Evangélico, Pentecostal etc. pero la  idea es básicamente la misma, pórtate según los parámetros establecidos  que definen lo que es bueno y tendrás cabida en los campos Elíseos (perdón, en el paraíso).

Es comprensible que las personas tengan una tendencia a creer que cuando mueren, no mueren y que en vez de esto solo cambian de estado, que son inmortales y que están en un constante aprendizaje, Pues esta idea es mucho más atractiva que la idea de la desaparición total de una persona después de su muerte, de la falta de segundas oportunidades y de la imposibilidad de reencontrarse con sus seres queridos. esta segunda forma de pensar  es en la que creo con firmeza, pero como no puedo asegurarle a nadie que así va a ser, igual que nadie puede asegurar que no, me voy a limitar a decir que lo único que tenemos seguro es la vida actual, lo demás no son mas que supuestos basados en anhelos mas no en certezas, que toda esta creencia en la vida eterna ha generado estafas tanto  por parte de supuestos médiums que prometen  comunicar a personas con sus familiares ya fallecidos, como por medio de la denominada simonía practicada  por la iglesia y tan repudiada por Martin Lutero, no bastando con esto también hace a las personas pusilánimes pues muchos prefieren una supuesta recompensa en el mas allá que preocuparse por que tan lejos pueden llegar en la vida real y a todo esto se deben sumar  todas aquellas personas que han entregado sus vidas en guerras sin sentido creyendo que de esta forma tendrán un lugar asegurado en la eternidad acompañando a alguna divinidad.

Por mi parte ya no me preocupo mas por el día o la forma como voy a morir pues finalmente he comprendido que como ser humano es lo único que tengo seguro y a pesar de que soy consciente de que mi cuenta regresiva se inicio en el mismo momento de mi fecundación, continuo siendo el mismo imbécil que deja para mañana las cosas que podría hacer hoy. Con respecto a la muerte, no importa que ganemos todas las batallas pues estamos condenados a perder la guerra.